
¿Qué tan equivocada puedo estar?
No lo sé, soy presa inherente del vocablo irrefutable
que mi corazón vierte entre mis venas
para llegar al alma.
Yo podría ser de silencio mientras
me asomo a la distancia.
Yo podría ser nube sin lluvia mientras ruge
la tormenta.
O tal vez un remolino preso en el piso repetido y azotado por el viento, que se enreda entre mis pies y no me deja ir.
¿Dime de qué color es el olvido de soles y
y de lunas en un sueño abrazado a mi inconciencia?
¿Dime cómo seco el manantial de mi piel no humedecida o el fuego de mi vientre sin la llama que lo enciende?
¿Dime a qué huele la madrugada sin ausencia?
¿Qué tan equivocada puedo estar?
No lo sé, tal vez sea yo solo una sombra escapada de
un pasado inquieto o un rumor del alma de un amor secreto
o marioneta de alguna circunstancia.
No lo sé, solo se que duele.
Hedda Ibarra. Colombia