Poema erótico

¡Vamos,
besémonos hasta que nos arda el alma,
que no haya beso escapado
que nuestra piel no pueda contener!
¡Vamos,
escudriñemos sin tregua y sin respiro
nuestras esquinas y escondites,
y arrastremos los sentimientos hasta el vientre,
donde una flor espera deshojarse,
con el resplandor de una divina contracción!
Hedda Ibarra. Colombia