Poema migrante

Debajo de mí se tumban mis hojas,
para alcanzar a navegar sobre otros ríos,
pero mis flores se conservan coloridas
y fragantes prendidas en sus ramas.
¡Soy un árbol sembrado en otro suelo
aferrado a sus raíces!
¡Soy semilla de otra tierra,
a la que clama el viento desde el sur
de sus llanuras!
¡Un bosque me acompaña
y se asemeja a mis jardines!
¡Pero no es el mío!
¡No, no hay bosque igual al de mi patria,
porque sus ojos son azules,
y negros son como la tierra pura,
los de mi bendita patria!
Hedda Ibarra. Colombia.
Del libro Un jilguero en otra rama.