Hoy mi mundo gira,
he descubierto los terrones
en mi cartera,
he levantado los hombros y transito.
¿Por qué renegar de mi destino?
La noche fue pasajera de mis ojos
y bordeando la espuma
he tratado de asirme al arcoíris.
¿Por qué ignorar matices si mi piel
fue hierro fundido por la historia?
Hay quienes miran atónitos
su propia calavera cuando les cubre
una piel añeja y triste, una piel
sin fragua y sin recuerdos.
La Tierra es mi presagio y trascenderá
los fuegos de la paila, como una cordillera
naciendo desde el pecho y empinada
sobre el talle del espacio.
He recorrido el laberinto del silencio
y he optado por girar
en cada ausencia el devenir profundo
de la piedra.
Hoy estreno zapatos para mirar
el mundo de otra forma
y girar como la insondable luna
en el espacio.
Isabel Cristina Arroyo.
Costa Rica.