Te he escrito tantos versos
a lo largo de estos años
y he pensado tanto en ti,
que se me fue borrando el resto del mundo.
Me he ido inventando una vida
que fue girando a tu alrededor,
y todo lo demás se fue perdiendo
en esfuerzos inútiles.
Me he ido de este cuerpo
y he vuelto a él tantas veces,
que ya casi diría que es mío.
Pero cuando me voy a ese destino incierto
donde navego sin rumbo,
olvido quien fui y donde estuve.
Sólo tengo la vaga sensación
que algo estuvo y no pude retenerlo,
como cuando te sueltan la mano
y caes al vacío.
Y entonces,
sólo quedan mis versos recordándote.
Y no sé por qué…
siempre termino con el rostro mojado…
quizás por la lluvia.
Ana Ulehla.
Argentina.