En sus ojos aún existía la esperanza de recomponer al desamor o al amor…
En sus ojos tan brillantes, muchas veces por la luz que irradia la gente que sueña,
y otras por la humedad de esas lágrimas que se niega a derramar.
En sus ojos, en su mirada, entraban todos los ojos, todas las miradas.
Se sentía tan amplia que su corazón desbordaba pasión.
Aunque en otros momentos, ese mismo corazón se comprimía y casi era inexistente.
Así entre blanco y negro,
entre todo y nada,
entre alegría y tristeza.
Así fue que metida entre tanto,
buscando motivos para sonreír,
buscando razones para comprender,
buscando amor para amar,
se encontró!!
Betina Jeres Artave
Montevideo_ Uruguay