-¡Para ti, humanidad!, -para ti, -yo escribí todos estos versos,
-para ti -porque en mi alma, -viven locos sentimientos;
quiero dejarlos salir… y que empiecen a volar… para que puedan llevar -mis mensajes a todo el mundo,
-¡Para todos los que luchan!…-¡por el bienestar humano!-.
-¡Para ti, humanidad!, -para ti pido y reclamo,
le pido al ser más soberbio y al alma más egoísta,
que abra su corazón y tienda su mano al prójimo;
y si quieren que nuestro mundo: -sea justo, sea humano,
«Que compartan sus riquezas y que depongan sus armas».
-¡Para ti, humanidad!, -para ti yo necesito,
construir una corona: con laurel y con olivo;
como su lema el amor y como himno el suspiro;
como alegría la vida, como esperanza los niños;
-Que el hombre encuentre justicia y pueda vivir en paz.
-¡Para ti, humanidad!, -para ti son estos sueños,
de tantos hombres que luchan -por el bien y por la paz;
para darte con cariño -lo mejor que ellos tenían,
hicieron sus obras buenas por amor a los demás;
y ellos ofrendaron sus vidas -por alguna causa justa.
-¡Para ti, humanidad!, -para ti, -Dios hizo el cielo,
para que puedas un día: -poblar todas sus estrellas;
para ti humanidad, para ti, -creó la tierra;
y para que puedas vivir en libertad y armonía,
tú necesitas tan sólo: -poner buena voluntad.
-¡Para ti, humanidad!, -para ti -yo necesito:
que el mundo siga su rumbo, -de paz y de libertad;
que el hombre -encuentre el camino, -de bienestar y progreso;
y para que él, -pueda alcanzar, -la felicidad y la alegría:
se necesita -tan sólo… -que todos AMEN LA PAZ…
César Tellería Oliva.
Bolivia.