Poema erótico
¡Deslicémonos por el mundo como amantes,
sobre esta tierra anclada de amor olvidado!
Amor mío…
que la bruma no nos cubra,
y ahora que nuestros cuerpos son hogueras,
saboreemos la dulzura húmeda
con los ojos clausurados,
y mirándonos por dentro.
¡Qué nuestras lenguas afiebradas
florezcan nuestras pieles,
y hagan brotar impropias las caricias!
¡Y ya de volcanes nuestros cuerpos,
se provoquen como un quejido de la tierra!
Hedda Ibarra. Colombia
Del libro Rosas en la piel y mariposas en el vientre.