Cuelga sobre mi cabeza un grito hay en él un poco de ti y de mí.
Escribo esto para que tus ojos
descubran en mi voz la cobardía;
la duda incorporada al nacimiento,
del niño que cae de su laxa cuna.
Cuelga sobre mi cabeza
la blanca herida de la nostalgia:
Hay en ella un poco de ti.
Arturo Hernández.