La niña de zapatos desamarrados, de olor a inocencia.
La niña de cabellos enredados, de mirada tierna y sueños ostentosos.
La niña de medias escurridas, sonrisa de jugueteo en rima al espíritu danzante dentro de un pequeño cuerpo.
La niña con pensamientos viajeros, amores invisibles, besos soñados y uniones eternas.
La niña engrandecida por energía olvidadiza de aquel o aquella…ante el tiempo efímeramente hermosa.
Microrrelato de Jacqueline Vivas Rubio.
Publicado por Lisbeth Ibarra.