Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, nació en Duluth, Minnesota, Estados Unidos, el 24 de mayo de 1941. Hijo de Abram Zimmerman y Beatrice Stone, sus abuelos paternos Zigman y Anna Zimmerman, emigraron de Odessa (hoy Ucrania) a los Estados Unidos, tras los pogromos antisemitas de 1905 y sus abuelos maternos, Ben y Florence Stone eran judíos lituanos que llegaron a los Estados Unidos en 1902.
La familia se trasladó a Hibbing la ciudad natal de su madre, donde Dylan pasó el resto de su infancia. Desde pequeño mostró un gran interés por la música y la poesía y dado que vivía en un entorno rural, conoció de primera mano la música tradicional americana de origen europeo. Pasó sus primeros años y adolescencia escuchando en la radio blues, country y rock and roll. Comenzó a escribir poemas desde muy temprana edad, al tiempo que aprendió a tocar la guitarra y el piano. Formó varias bandas mientras asistía a la escuela Hibbing High School. Su primer grupo influenciado por Elvis y Jerry Lee Lewis, se llamó Golden Chords, el cual duró muy poco tiempo, luego se integraría a otra banda llamada Elston Gunn & his Rock Boppers.
En 1959 empezó a estudiar en la Universidad de Minnesota y frecuentaba algunos locales nocturnos en los que se interpretaba música, pronto comenzó a actuar en estos, fue entonces cuando adoptó su nombre artístico Bob Dylan en homenaje al poeta Dylan Thomas. Pasaba más tiempo cantando y tocando la guitarra y la armónica que estudiando, así que decidió abandonar definitivamente los estudios universitarios y dedicarse por completo a la música.
En 1961 se trasladó a Nueva York, en donde empezó a cantar en los cafés de Greenwich Village, el joven cantante llamó la atención de las más importantes figuras del género y pronto lo consideraron uno de los suyos. Con sus guitarras, bajos, tambores y armónicas, los cantantes folk de los años sesenta iban de la mano con la expansión de los movimientos por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam. Músicos como Pete Seeger, Peter, Paul and Mary o Joan Baez, en general jóvenes comprometidos de clase media y urbanos, estaban convencidos de que con canciones podían combatir el comercialismo, la hipocresía, la injusticia, la desigualdad y la guerra. También Bob Dylan transmitía con sus letras de alto contenido poético mensajes que daban un nuevo sentido a la música popular. Sus canciones de protesta no sólo reflejaban los sentimientos de la gente hacia los temas contemporáneos, sino que los creaba, ganándose el título de la voz de su generación.
Una elogiosa crítica aparecida en The New York Times le abrió las puertas del mercado discográfico, entonces la discográfica Columbia Records le ofreció grabar su primer disco, titulado Bob Dylan (1962), el cual fue bien recibido por el público y ya mostraba las características esenciales de su estilo, mezcla de las distintas tradiciones musicales populares americanas, especialmente el folk de origen europeo y el blues afroamericano.
En 1963 salió el segundo disco del cantante, The Freewheelin’ Bob Dylan, siendo un gran éxito, entre las canciones que contenía este álbum se destaca Blowin’ In The Wind, convertida muy pronto en un auténtico himno generacional. Esta canción se cantaba en las manifestaciones pacifistas y a favor de los derechos civiles de la población afroamericana y fue rápidamente traducida a diversos idiomas. Dylan se había convertido en una figura de proyección internacional. Su tercer disco llegó en 1964 el cual expresaba el sentir de una época: The Times They Are A-Changin’.
La imagen de Dylan como cantautor comprometido y figura importante de la canción protesta cambió con su siguiente disco aparecido en 1965 titulado Highway 61 Revisited, que incluyó el tema Like a Rolling Stone. Esta canción, un auténtico exponente de genuino rock-and-roll, marcó el inicio del Dylan rockero, aunque no dejaba de conceder gran importancia a las letras. El 1 de junio de 1966 conquistó Europa desde el Olympia de París. El 29 de julio de este mismo año sufrió un accidente de moto, tras el cual desapareció de la vida pública durante dos años.
En 1970 se estrenó la película El precio del fracaso, dirigida por Sidney J. Furie y con banda sonora de Bob Dylan. Tres años después llegó a la gran pantalla un nuevo filme con música de Dylan, Pat Garret y Billy The Kid, dirigida por Sam Peckinpah y en la cual el cantante interpretaba un pequeño papel. En 1975 rodó su única película como director, Renaldo y Clara, y tres años después apareció en un documental filmado por Martin Scorsese titulado El último vals. Para este último trabajo, el director americano se basó en el histórico concierto de despedida de The Band, el grupo que entre mediados de la década de 1960 y mediados de la siguiente acompañaba a Bob Dylan en muchos de sus recitales. El concierto tuvo lugar el Día de Acción de Gracias en Winterland, San Francisco, y en el participaron además de Dylan y The Band, músicos notables como Eric Clapton, Neil Young, Ringo Starr y otros.
Las canciones de Dylan de la década de 1980 responden en su mayoría, a sus inquietudes religiosas, y sus letras adquieren una notable profundidad. No vivía entonces su momento de mayor popularidad, aunque los veinticinco años de carrera musical no pasaron por alto ni a su discográfica, ni al público. Así, en 1985 apareció su quinto álbum antológico, Biograph, que contenía versiones inéditas de algunas de sus canciones.
Dylan fue durante años un referente generacional, y llegó un momento en que los textos de sus canciones empezaron a interesar seriamente a la intelectualidad de la época. El gran poeta del movimiento Beat, Allen Ginsberg no dudó en mostrar su admiración por Dylan refiriéndose a el como “un importante bardo americano del siglo XX cuyos textos han influido a generaciones en todo el mundo, lo cual le hace acreedor del premio Nobel”. De hecho, desde 1996 y año tras año, el escritor y profesor de literatura Gordon Ball postularía a Dylan para la concesión de este importante premio.
A lo largo de su carrera ha recibido premios como el Doctor Honoris Causa por la Universidad de Princeton, diversos Grammy y el Lifetime Achievement Award, como reconocimiento a su trayectoria artística. Comendador de la Orden de las Artes y las Letras francesas, en 2001 recibió un Óscar a la mejor canción original y un Globo de Oro por Things have changed, tema incluido en la banda sonora de la película The Wonder Boys, dirigida por Curtis Hanson. En 2006 recibió dos nuevos premios Grammy por Modern Times, disco editado ese mismo año y galardonado como mejor álbum de folk contemporáneo. Además recibió por una de las canciones de este trabajo, Someday baby, el reconocimiento como mejor solista de rock.
En los últimos años Dylan ha participado en la banda sonora de nuevas películas como Miedo y asco en Las Vegas, de Tery Gilliam (1998), y Anónimos, de Larry Charles (2003), en la que también intervenía como actor encarnando a una vieja gloria de la música encerrado en prisión. Pero también su vida y su obra han interesado a directores de cine importantes, como Martin Scorsese, quien en 2005 realizó un documental titulado No Direction Home. Dos años después llegaba a la gran pantalla un filme en el que Dylan no intervenía directamente pero que estaba basado en su vida, I’m Not There, dirigido por Todd Haynes. El filme, que contaba con el beneplácito del artista, fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Venecia en agosto de 2007.
Si algo le faltaba a Bob Dylan para acabar de forjar su leyenda, era la publicación de su autobiografía. Chronicles Volume One vio la luz en 2004 y supuso todo un acontecimiento literario internacional. En junio de 2007 se hizo pública la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes al cantante. Entre los candidatos figuraban el compositor Andrew Lloyd Weber, los arquitectos Frank O. Gehry y Rafael Moneo, así como la pianista Maria João Pires. El jurado se decidió por Dylan por su condición de “mito viviente” y por haber sido “el faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo”. Se subrayó “la austeridad en las formas y la profundidad en los mensajes” en las canciones del músico estadounidense.
El 13 de octubre de 2016, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, por haber creado nuevas formas de expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounidense. Además de la producción de álbumes con canciones suyas, Dylan publicó trabajos experimentales como Tarántula (1971) y una recopilación de sus escritos y dibujos en 1973. Dylan se convirtió en un ícono y su obra ha sido objeto de muchos estudios críticos. Como artista ha sido altamente versátil y ha trabajado como pintor, actor y autor de guiones.
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